El deporte competitivo (o cualquier competición) nació únicamente de la lucha-guerra, contra la sinrazón-manipulación de los que apoyan lo contrario. El ser vivo no elige alguien para luchar-competir (ni siquiera elige participar o unas reglas), sino inevitablemente ESTÁ YA AHÍ por prevalecer en su medio, es ya su actuar natural no evitable. Claro, no elige la lucha a la carta (que eso es competición).
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
martes, 28 de marzo de 2017
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?
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