lunes, 17 de abril de 2017

Darle FORMA a la verdad es ya objetivamente una mentira; o sea, darle formas a lo que infinitamente jamás las tiene. Claro, no las tiene por muy intolerantes a la verdad demostrada que se pongan o por muy tercos (en juego sucio) que se pongan.
Por otra parte, solo tiene formas... aquello que depende del deseo, únicamente, y que está en el mundo de las invenciones o de ésa subjetividad siempre con tendencias de imponerse "a la fuerza" (a la fuerza de un poder).

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