El bien es no dejar de defenderlo; en una defensa ininterrumpida e inexcusable. Sí, tú con dejar ganar a un mal, ya eres una concausa de lo que ese mal produzca en adelante. Es eso, dejar ganar a una sinrazón objetivamente determina que, tal sinrazón, ya cuenta contigo en adelante para volver a ganar. Tú ahí eres fundamental para que se cumpla... causalidad. ¡Siempre!, y también lo eres en dejar ganar al mal valorar o a una alineación cualquiera que sobreprotegerá antes en función de ser alineación, no de criterios limpios o sensatos.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
domingo, 23 de abril de 2017
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario