La servidumbre a una alineación o a una sobreprotección poética (recibiendo más y más recursos de un poder), sí, siempre anula toda capacidad para valorar; y ahí ya se instala (por la fuerza o por la sinrazón que se aprovecha) una falsedad bastante destructiva (aunque con apariencias de lo bello sensibilista). No obstante, es una sobreprotección que un poder en concreto impone, porque unos le sirven (evitándole molestias, obstáculos o exigencias éticas).
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
miércoles, 19 de abril de 2017
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?
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