La responsabilidad (con la cual se consigue la conciencia) absolutamente jamás es dar las espaldas a la razón pero, como ésta no cae del cielo o no se aclara sola, será un jamás dar las espaldas al que demuestra razón (a razón y sin respaldos de ningún tipo o de algún poder, pues únicamente el respaldo válido es la razón misma). El que pisotea eso, pues no tiene responsabilidad, ni conciencia, ni alma (el alma es conciencia de alma), ni respeto ni... nada ético.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
miércoles, 17 de mayo de 2017
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?
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