miércoles, 3 de mayo de 2017

La sinrazón, ya siendo sinrazón, jamás se puede excusar o darle asunción en un proceder apacible o disimulante;  o sea, de adaptar la realidad a un proceder interesado en una linealidad que el poder va retocando en sus ininterrumpidas presiones. 
Sí, exacto, la reacción válida ante la sinrazón únicamente tiene un camino (pues si tuviera más de uno, ya sería subjetividad o habría una imposibilidad-paradoja de separar lo racional de lo irracional, por lo que serían abismalmente lo mismo) que es el racional, o sea, la indignación (el no dignificar a la misma sinrazón, el no beneficiarla, eso es, el no buenizarla si se entiende mejor), no lo contrario que es la reacción apacible, disimulante, irracional o hipócrita.

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