lunes, 5 de febrero de 2018

La luz jamás debe ir hacia ti, sino eres tú quien (por hacer o facilitar bien) siempre debes ir hacia la luz. También, tal equivalencia a la luz (o quien la evidencia o la clarifica a probación de racionalidad) no es lo que debe SEGUIRTE a ti, sino eres únicamente tú quien debes SEGUIR a eso que es lo correcto; ¡claro!, siempre y cuando tú ames al bien.

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